Con el paso del tiempo, las herramientas se oxidan por su uso o escaso mantenimiento. Guardarlas estando húmedas o hacerlo en lugares con humedad durante mucho tiempo, ayudan a que se acelere la llegada de la oxidación. Sobre todo si no las protegemos previamente, algo fundamental. Pero si finalmente aparece y no están demasiado oxidadadas, os mostramos cómo quitar el óxido sin dañar las herramientas.
En primer lugar hay que tener claro que no siempre podremos quitar el óxido. Por ello, hay que tener en cuenta que existen varios tipos de óxido. Si el óxido lleva poco tiempo y no está incrustado, será posible eliminarlo. Si el óxido está muy extendido sobre toda la herramienta o esta se encuentra corroída (el óxido se ha comido el metal) habrá muy poco que podamos hacer.
CÓMO PREVENIR LA APARICIÓN DEL ÓXIDO
Para evitar la oxidación de las herramientas lo más importante es llevar a cabo un correcto mantenimiento. El truco está en limpiarlas inmediatamente después de su uso, y protegerlas de la humedad y el óxido. Para ello, podemos utilizar un aceite multiuso como WD-40® Producto Multi-Uso.
Gracias a su capacidad, WD-40® desplaza la humedad de las herramientas y las protege del óxido y la corrosión. Si aplicas el producto antes de guardar tus herramientas, no tendrás que preocuparte de que se oxiden y finalmente se estropeen.